Coincide con una propuesta de Jesús Martínez acerca de los puestos de trabajo de futuro en el sector del conocimiento, el trabajo colaborativo, etc. que empieza a encontrar respuesta en el ejercicio que iniciamos… No está mal, tal y como están las cosas, abrir, más allá de un Community manager que está empezando a dedicarse a múltiples y diversas tareas, futuros filones de ocupación.
Tomo de la traducción de Andrés Schuschny que los elementos que cambian, que determinan las nuevas habilidades, competencias y, añadimos, profesiones, son:
Las nuevas habilidades o competencias necesarias serán, como podemos ver en el gráfico:
- La longevidad extrema: El aumento de la esperanza de vida a nivel global cambiará la naturaleza de lo que es una carrera en el mundo laboral y las formas de emprender cualquier iniciativa vinculada con el aprendizaje (a este respecto, en el último párrafo describo una nueva profesión, el Experto en Aprendizaje)
- La aparición de las máquinas y sistemas inteligentes: La automatización en el lugar de trabajo hará que “los trabajadores humanos” dejen de realizar tareas rutinarias y repetitivas. (recordar la importancia de formar las capacidades ligadas al hemisferio derecho de nuestros cerebros, así como la idea de que “ahora que tenemos todas las respuestas falta que formulemos las preguntas adecuadas, que tomemos decisiones sobre los caminos a tomar)
- La consolidación de un mundo computacional: La cada vez más creciente presencia de sensores y el poder ilimitado del procesamiento transformarán al mundo en un sistema programable (la profesión de analista de datos será la que trabajará este aspecto)
- La nueva ecología de los medios de comunicación: Que requiere de nuevas alfabetizaciones comunicacionales que van más allá del mero texto. (la profesión de experto en comunicación y psicología social será importante a este respecto)
- La presencia de organizaciones superestructuradas. Las tecnologías sociales movilizarán nuevas formas de producción y creación de valor.
- Un mundo globalmente conectado. (la más importante y disruptiva, la que cambiará con más fuerza lo que conocemos, especialmente en cuanto a la emergencia de un nuevo individuo, el individuo conectado, que estudiar y formar, como veremos)
- Dar sentido.
- Inteligencia social.
- Pensamiento adaptativo y novel: Es la habilidad de pensar y encontrar soluciones y respuestas más allá de lo que la memoria dicta o basándose en reglas. (lo hemos llamado anteriormente intuición, flexibilidad, observación y cambio, beta permanente, etc.)
- Competencias transculturales (es necesario recuperar la función del antropólogo en los medios sociales)
- Pensamiento computacional. (también relacionado con la intuición, flexibilidad, observación y cambio, beta permanente)
- Alfabetización en “nuevos” medios (en cuanto a formato pero sobre todo en cuanto a su carácter interactivo, social, que los acerca a las tradicionales ciencias sociales)
- Transdisciplinariedad (nos acercamos, creo, a perfiles profesionales más amplios que nunca antes. La importancia reside en el proyecto concreto de estudio, que siempre requerirá, además, de un equipo multidisciplinar enredado)
- Mentalidad orientada al diseño (Design Mindset)
- Gestión de la carga cognitiva: Entendida como la capacidad de discriminar y filtrar la información por orden de importancia, y para entender cómo aprovechar al máximo el funcionamiento cognitivo mediante una variedad de herramientas y técnicas. (Desde el documentalista al “curador” de contenidos a los expertos en productividad)
- Colaboración virtual.
A pesar de ser consciente de que investigaciones recientes en usabilidad observan que en las pantallas leemos en F y de que muchos no llegaréis ya a este punto de la entrada , desarrollo a partir de aquí una prospección de las profesiones de futuro, que también tendrán que ver con algunas de estas habilidades o competencias pero que creo que, por su importancia, tendrán entidad como profesiones en sí mismas.
Se trata de extender el trabajo del Institute for the Future y aventurar una primera aproximación al tema. Estas podrían ser, más allá del Community manager, las nuevas profesiones para la sociedad aumentada, para la nueva hipersociedad :
1-Analista de datos, relacionada con la visualización, las posibilidades crecientes para el estudio social pero también para otras muchas disciplinas de lo que también se denomina “Datamining” y que trata de la nueva abundancia de datos para monitorizar, describir, estudiar y predecir que genera un mundo conectado.
2-Psico-comunicólogo social, del ser humano conectado, en constantes procesos de comunicación, experto en persuasión e influencia y conocedor de las diferencias psicológicas entre el individuo social y el nuevo individuo conectado. Llevo un tiempo pensando que en un contexto de medios sociales, de auto-comunicación de masas, como nos decía Castells, de individuos conectados convertidos en medios, la comunicación se hace indistinguible de la psicología social, haciendo necesario el surgimiento de una disciplina híbrida entre ambas.
El perfil es similar al que entendemos por Community Manager pero mucho más ligado a los procesos de participación y menos a las características concretas de cada marca de red social virtual. También resulta, obviamente, parte fundamental de la tarea del community, de forma que, según me consta, algunos programas universitarios en comunicación ya están dando algún espacio a este aspecto.
3-Prospector de negocio, Innovador, capaz de crear nuevos modelos de negocio, nuevas oportunidades. Tiene que ver con la observación y la flexibilidad y está en íntima relación con el analista de datos, ejecutando, poniendo en práctica las ideas que derivan de la observación objetiva del primero de la riqueza de indicios, indicadores, tendencias, etc. en la web.
4-Innovador – Emprendedor social: Similar pero vinculado al activismo, ligado a la reestructuración o reinvención de esta nueva sociedad de individuos conectados, en la que no solo aumentan las posibilidades de conocer lo que somos sino también de proyectar lo que queremos llegar a ser.
5-Antropólogo intercultural, del ser humano conectado: Cuando los negocios están cada vez más globalizados, el análisis cultural es importante y puede significar el éxito o fracaso de cualquier mensaje en los social media. La antropología, para el individuo conectado con las más diversas culturas, sigue siendo fundamental.
6-Curador de contenidos, del que hemos hablado ya mucho aquí en anteriores ocasiones.
7-Organizador de la inteligencia colectiva, muy parecido al psicocomunicólogo social pero orientada a resultados, a la obtención de productos de conocimiento útiles para la organización. También el profesor tradicional debería incluir en su actividad, como hemos visto en otras ocasiones, este importante aspecto. En todas las profesiones creativas, creo, es necesario dejar de ver internet como el enemigo y empezar a explotar las posibilidades de la inteligencia y la creatividad colectivas.
8. Experto en aprendizaje
Para la educación, como hemos dicho en otras ocasiones, el aprendizaje, el estudio de los procesos cognitivos y motivacionales ligados al mismo, se convierten en centrales. Cuando es posible monitorizar y aplicar analíticas, programar feedbacks al aprendizaje online, haciendo mucho más potente el aprendizaje autónomo, cuando la longevidad nos lleva a pensar en aprendizaje para toda la vida y lo importante es saber solucionar la que llamo la brecha de aprendizaje, la ausencia de ganas de aprender en cada etapa vital, el estudio de los procesos tanto de la motivación como de la adquisición de nuevos conocimientos a nivel científico, desde la psicología experimental o la neurobiología se hacen fundamentales.
Son muchos los nuevos datos que podremos analizar y por tanto es mucho lo que podremos aprender de cómo aprendemos y/o nos motivamos hacia el aprendizaje los seres humanos. Todo ello sin olvidar los factores sociales y culturales, también, del aprendizaje, que pueden ser medidos, como veíamos, también con mayor precisión.
La profesión de educador, de profesor, de gestor de la formación, se vincula con más fuerza al estudio de cómo se adquiere y transmite el conocimiento, necesita de la ciencia en mucha mayor medida que nunca antes. El experto en aprendizaje, su base científica y su especial vinculación con la psicología experimental y cognitiva, resultan imprescindibles.
9. Experto en participación
Es importante en momentos de cambio como los que vivimos y como también hemos dicho en muchas ocasiones, educar una participación que no en todas las generaciones ni con la calidad deseada se produce de forma espontánea. Lo vimos al hablar del 15M: lo que vivimos es una eclosión de las posibilidades de participación en la web que los jóvenes y no algunos políticos, conocen, desean y reivindican. En un futuro de democracia 2.0, realmente participativa, de gestión política y no solo campañas de conversación en las redes sociales, la brecha de participación sería realmente grave.
Al final, cuantas más son las posibilidades que nos abre la sociedad red, cuanto mayor es la promesa de hacernos, como sociedad y como individuos, más grandes, más grave se hace la posibilidad de quedar excluido. El experto en partipación será maestro en mostrar las posibilidades de formación, subsistencia, crecimiento personal, cambio social, empoderamiento en general que una apropiación adecuada de la web es capaz de proporcionar a cada perfil de población, solucionando así una brecha de apropiación (no uso la web porque no cubre ninguna de mis necesidades actuales) que tiene mucho de desconocimiento.
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