Cada vez menos peculiar, pero más polarizado que el
de otros países: son los rasgos característicos del sistema político
suizo en comparación europea. Esta polarización se acentuará
previsiblemente más después de las elecciones federales de octubre
próximo.
En Suiza se conserva “la ilusión de la concordancia, aunque en
realidad se encuentre en un sistema político bastante conflictivo”,
afirma Pascal Sciarini, profesor de Ciencias políticas en la Universidad
de Ginebra. Consultado al margen de un coloquio interdisciplinario
sobre los partidos en la Universidad de Lausana resalta la necesidad de
una “toma de consciencia colectiva”.El proceso de transformación en el panorama político suizo comenzó discretamente en los años 1970 y en los años de 1990 avanzó resueltamente, señalaron los especialistas durante el coloquio. A su juicio, Suiza pasó en una veintena de años de la cultura del consenso al país políticamente más polarizado de Europa.
Es lo que refleja una amplia investigación comparativa realizada por el portal Europrofiler en la que participaron los 27 países miembros de la Unión Europea, Suiza, Turquía y Croacia. “Al comparar los programas políticos de diversos países se constata que las diferencias en Suiza son las más extremadas”, explica Andreas Ladner, catedrático en el Instituto de Altos Estudios de la Administración Pública (Idheap) de Lausana.
En opinión de Ioannis Papadoupoulus, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Lausana, dos elementos condujeron a esta situación. “En primer lugar, la fuerte división entre la izquierda y la derecha, especialmente en cuestiones de política económica, fiscal y social”. A ello se suma “otro tipo de separación: la que opone a los partidarios y adversarios de una apertura de Suiza al exterior”.
Hacia una mayor polarización
Los especialistas prevén para las elecciones federales del próximo 23 de octubre una nueva acentuación de la polarización. Los resultados de diversas elecciones cantonales y los sondeos de opinión previos a las elecciones federales indican efectivamente que la Unión Democrática del Centro (UDC, derecha conservadora) progresa y superará previsiblemente el 30% de votos. La izquierda rojiverde permanecerá más o menos estable y el centro saldrá más fragmentado todavía.La cantidad de votos que recoja el centro debería rondar el 30%. Pero a diferencia de los comicios de 2007, hay dos partidos más en liza: el Partido Burgués Democrático (PDB), nacido en 2008 tras una escisión de la UDC, y los Verdes Liberales que hace cuatro años tenían presencia en apenas cinco cantones y ahora la tienen en una quincena, precisa Pascal Sciarini.
La emersión de estas dos formaciones iría en detrimento de los dos partidos de centro-derecha: Partido Radical Democrático (PRD) y Partido Demócrata Cristiano (PDC). “Se puede asegurar prácticamente que estos dos partidos históricos sufrirán más esta vez”, predice Pascal Sciarini.
Democracia de concordancia
Por concordancia se entiende la búsqueda contínua de un
equilibrio, de un compromiso entre las partes de las diferentes
comunidades culturales, lingüísticas, sociales y políticas de Suiza.
Uno de los aspectos más visibles del sistema de concordancia helvético es la repartición de los siete escaños que forman el Gobierno federal (Consejo Federal) en proporción a la fuerza de los partidos. Esta práctica se remonta a 1959.
Enlaces:
Uno de los aspectos más visibles del sistema de concordancia helvético es la repartición de los siete escaños que forman el Gobierno federal (Consejo Federal) en proporción a la fuerza de los partidos. Esta práctica se remonta a 1959.
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De la concordancia a la geometría variable
El paisaje político ha cambiado profundamente, pero las instituciones siguen siendo las mismas. Ese hecho tiene efectos importantes en la política suiza cuyo “sistema se basa en negociaciones que deben llevar a una solución consensuada”, observa Andreas Ladner.Con dos polos muy perfilados -la UDC en la derecha y el Partido Socialista en la izquierda-, y un centro quebrado “el resultado de las negociaciones no es sobreentendido, porque depende de acuerdos con los otros partidos”, añade.
Por consiguiente, las decisiones parlamentarias se han convertido en fruto de negociaciones “de geometría cada vez más variable. Las alianzas objetivas son cada vez más móviles e imprevisibles. Hay mayor inestabilidad. Hasta ahora se han limitado los daños, pero no estoy seguro de que siga así durante más tiempo”, declara Pascal Sciarini.
Sistema actual esquizofrénico
Hoy “hay en Suiza una especie de esquizofrenia a raíz de los resultados electorales y las decisiones tomadas en el sistema político. Por una parte está la UDC que gana en las elecciones pero no hace política y, por otra, están el PRD y PDC que hacen política pero pierden en las elecciones”.Pascal Sciarini precisa que “en el 80-90% de las votaciones en el Parlamento son el PRD y el PDC los que forman una coalición de mayoría”. Pero el politólogo advierte que si estos partidos siguen perdiendo electores “llegarán a un punto en el que dejarán de ser suficientemente fuertes para hacer política”.
Por otra parte, “en el Parlamento se forman alianzas ocasionales entre la UDC y el PS con la finalidad de -por razones diametralmente opuestas-, entorpecer proyectos importantes”, señala el politólogo Oscar Mazzoleni, docente e investigador en la Universidad de Lausana. Estas “alianzas contra natura” se hacen muy rara vez. Desde 1996 se han impuesto solamente en el 1,5% de las decisiones adoptadas en el Parlamento suizo.
Aún así, la naturaleza en sí de esas alianzas preocupa a los especialistas. Se trata generalmente de alianzas “destructoras”, como admite el propio diputado de la UDC Jean-François Rime.
Iniciativa popular
La iniciativa popular permite a los ciudadanos proponer una
modificación de la Constitución. Para ser válida debe ser firmada por lo
menos por 100.000 ciudadanos con derecho de voto y en un espacio de
tiempo de 18 meses. La Asamblea Federal puede decidir si acepta
directamente la iniciativa o puede rechazarla y preparar un
contraproyecto. En estos dos últimos casos se organiza una votación
popular. Para ser adoptada, la iniciativa debe ser aprobada por una
mayoría de votos de los ciudadanos y de los cantones.
Gobernar juntos es difícil
Los problemas que provoca la polarización son más evidentes en el Ejecutivo. “Los dos partidos que se benefician de la polarización son, en realidad, los que la han creado: la UDC y el PS, siguen en el gobierno, pero ya no son capaces de gobernar juntos”, destaca Pascal Sciarini.Y esto se manifiesta también “en las votaciones populares: apenas hay una en la que el Consejo Federal (gobierno) no tenga que hacer frente a uno de los partidos que integran el gobierno colegiado, ya sea la UDC o el PS”.
Por último, una consecuencia no menos inquietante de la polarización es que “todos los partidos están permanentemente en campaña electoral”, señala el profesor de la Universidad de Ginebra. “Hoy todos los partidos lanzan iniciativas populares, incluso aquellos que casi nunca lo hacían.
Todos parecen obsesionados más por los sus resultados electorales que por las decisiones necesarias para hallar soluciones a los problemas del país”.
Barómetro: el medio ambiente en primer plano
Hacia arriba los Verdes Liberales, el Partido Burgués Democrático y
la Unión Democrática del Centro. Hacia abajo liberales radicales,
democristianos y socialistas.
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Los defectos de la democracia en Suiza
Suiza no es como se piensa la democracia por excelencia, sino un
tanto más "mediocre". De hecho, ocupa el 14º puesto de un total de 30 en
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Berlín.
[...]
Fuerzas en el Consejo Nacional 1971-2007
(swissinfo)
(swissinfo)
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