¿Sabías que la costumbre de llevar al niño sobre las espaldas es un
acto de profunda conexión y sabiduría?. Se ha estudiado y demostrado que
los niños que viven sus primeros años de vida desde las espaldas de su
madre, sintiendo ese contacto, los latidos, la respiración y todas las
emociones de mamá, son mucho más serenos, más seguros y felices. De
hecho en las culturas
orientales casi no existen los coches para niños y aún se mantiene esta manera de criar.....
El contacto permanente hace que el niño vea la realidad de este nuevo
mundo que habita, desde la seguridad de la cercanía materna. Aprende de
cada experiencia de la Madre y va grabando como es vivir, pero no desde
su preciara confianza básica, sino desde el círculo energético que
brinda la fuerza materna.
Que sabiduría la de los Ancestros y de aquellos grupos que aún guardan y atesoran aquellas formas de vivir!
Los chinos, los africanos y los indigenas también tienen estas costumbres, pero lo que hay que cambiar en la sociedad actual es que las madres puedan trabajar pero tambien cumplir con su única e importante tarea de ser madre.
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