CARTA DE UN PADRE ANCIANO A SU HIJO.

Si un día me ves viejo, sucio si cuando como y no puedo vestir ... Sea paciente, recuerde el tiempo que pasé a enseñar. Si cuando hablo contigo siempre digo lo mismo, no me detengo ... escúchame, cuando eras pequeño que tenía que contar la misma historia cada noche hasta que me duermo. Cuando usted no desea lavar y no me avergüenzo culpa ... Recuerdo que cuando tenía que correr después de inventar excusas por qué no quieren nadar. Cuando veas mi ignorancia sobre las nuevas tecnologías, dame el tiempo necesario y no me mires con esa sonrisa torcida que tenía toda la paciencia para enseñar el ABC, cuando en algún momento no puedo recordar ni pierdo el hilo de mis pensamientos ... Dame tiempo para recordar y si no puedo molestarte: lo más importante no es lo que dices, pero mi necesidad de estar contigo y tenerte ahí para escucharme. Cuando mis piernas cansadas no me permiten tomar tu mano no me tratan como si fuera una carga, tú vienes a mí con las manos fuertes de la misma forma que hice con usted cuando usted se mudó sus primeros pasos. Cuando digo que yo estaría muerto ... no te enfades un día entender lo que me lleva a decir que. Trata de entender que a mi edad no vive, sobrevive. Un día se encuentra que a pesar de mis errores que siempre quise lo mejor para ti Intenté spianarti la carretera. Dame un poco "de su tiempo, dame un poco 'de su paciencia, dame un hombro donde apoyar la cabeza en la misma forma que hice por ti. Ayúdame a caminar, ayúdame a terminar mis días con amor y paciencia, a cambio te daré una sonrisa y me encanta el inmenso siempre tuve para ti. Yo amo a mi hijo.