Comparto información recibida de nuestro amigo, Dr. Rafael
García,medico e investigador y presidente de la Asociación
Internacional de Medicina Holointegrativa.
REMEDIO CASERO PARA LA GRIPE H1N1 MUCHA ATENCION: "El único
portal de entrada es el conducto nasal y la boca/garganta. En una
epidemia global de esta naturaleza es casi imposible evitar contacto
con el H1N1 aunque se tomen precauciones. Mientras estás sano, sin
los síntomas de la infección H1N1, la forma de evitalr la
reproducción rápida, agravar los síntomas y desarrollar
infecciones secundarias, es siguiendo los pasos sencillos que senalamos
a continuacion.
Hacer gárgaras con agua salada bien tibia o Listerine dos veces al
día. El H1N1 toma 2-3 días para que la infección inicial en
la garganta/conducto nasal comience a reproducirse y aparezcan los
síntomas. Sencillamente haciendo estas gárgaras evita la
reproducción, y hara' el mismo efecto en las personas saludables que
el "Tamiflu" para quienes ya tienen la infección.
No subestime este método-- sencillo, económico y poderosamente
preventivo.
Para disminuir la población víral es muy efectivo sacudirse la
nariz bien duro, una vez al día y, luego limpiar ambas fosas con
algodón mojado en agua salada tibia.
Aumente su inmunidad natural con alimentos ricos en Vitamina C . Y si
desea suplementar con tabletas de Vitamina C, asegúrense de que
tenga Zinc para aumentar la absorción.
Mientras esté sano:
Tome muchos líquidos tibios (té, el café, etc.). Las bebidas
tibias líquidas, tienen el mismo efecto que las gárgaras, pero en
la dirección inversa ya que lavan el virus que se reproduce en la
garganta y lo llevan al estómago donde ellos no pueden sobrevivir,
ni reproducirse, ni pueden hacer daño alguno.
Sugiero pasen esta información a sus amigos. Usted nunca sabe
quién quiera darle importancia -- y PUEDA SALVAR UNA VIDA.....
--
Francia Jacqueline Motta Salinas
Dra. en Ecología, Lic. en Geografía
Jefe de la Sección de Investigación
Instituto de Geografía y Desarrollo Regional. UCV
Tel: 0212 6050528 / 0416 7093782/ 0212 2565651
e-mail: cayenamar06@gmail.com
Skype: tropicos10
Wednesday, May 29, 2013
Un Vallekano en la Rumania del XIX es igual a un venezolano en la Venezuela del siglo XXI.
Un Vallekano en Rumanía
Jueves, 27 de septiembre de 2012
La industria petrolera rumana: del siglo XIX a la autosuficiencia energética socialista, para terminar en el desastre capitalista actual
Taler de Moreni, provincia de Prahova, a principios del siglo XX. |
El primer pozo petrolífero de Rumanía apareció en 1840, en la provincia de Bacau, al este del país. Por aquel entonces la extracción era totalmente artesanal, y la producción escasa, pero a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX entraron en funcionamiento las primeras refinerías industriales.
En relación al petróleo, Rumanía es protagonistas de tres hitos históricos reconocidos internacionalmente:
-Fue el primer país del mundo con producción de petróleo, registrada en las estadísticas internacionales. Así, "The Science of Petroleum" atesta en 1938 el hecho de que Rumanía fue el primer país del mundo con una producción oficial de petróleo registrada, en 1857, siendo esta de 275 toneladas, seguida por Estados Unidos, en 1859, Italia, 1860, Canada, 1862, y Rusia, 1863.
Refineria Vega. 1910 |
-En Rumanía se construyó la primera refineria del mundo, en 1856. Ya desde 1840 existen pequeñas destilerías artesanas, como la de Lucacesti-Bacau, que utilizaban alambiques para la destilación, similares a los usados para el alcohol. En 1856 comenzaría a funcionar una refinería moderna, la primera del mundo, junto a la ciudad de Ploiesti.
-Por último, Bucarest fue la primera ciudad del mundo iluminada con lamparas de petróleo. De este modo, el 1 de abril de 1857 mil lámparas con el petróleo extraído de Ploiesti se instalarían en la capital de Rumanía. Igualmente, desde abril de 1858 el mismo sistema se utilizaría en Iasi, y en 1859 se exportaría a la primera ciudad fuera de Rumanía que usaría tal sistema, Viena.
Hay que recordar que por aquellos años Rumanía todavía no existía como tal, y que solo en 1859 se produciría la union de los Principados de Valaquia y Moldavia, conocidos como Principados Danubianos, todavía sin soberanía propia, pues formalmente aun dependian del Imperio Otomano, aunque, quizás por su riqueza petrolífera, ya se la estaban disputando tanto el Imperio Ruso como el imperialismo francés. De hecho, los grandes patronos de la unión de ambos principados fueron los franceses, cada vez mas influyentes en los gobiernos de Bucarest.
Erupción de petroleo en la sonda 34 de Campina |
El descubrimiento del petróleo en Rumanía podría haber convertido a este país en una potencia económica desde finales del siglo XIX, pero los intereses de las grandes potencias existentes entonces evitaron que los rumanos dispusieran libremente de su propia riqueza natural y de los recursos energéticos de su tierra (algo que solo sucederá a partir de 1948, cuando los rumanos logran crear la República Popular Rumana, y que durará hasta 1989, cuando un golpe de estado fascista acaba con la República Socialista de Rumanía para instaurar un régimen capitalista).
A principios del siglo XX, Henry Berenger escribía una nota diplomática a Clemenceau, fechada el 12 de diciembre de 1919, en los previos de la conferencia franco-británica de Londres sobre el futuro de Europa Oriental y Oriente Medio tras la Primera Guerra Mundial, que decía así: "El control de los mares gracias al petróleo, el control del aire gracias a un combustible barato, de los continentes gracias a la gasolina, el dominio del mundo gracias al poder financiero...el pueblo que controle este precioso combustible obtendrá miles de millones....".
Osin. Gasolinera en el periodo interbélico |
Por eso se entiende que la riqueza petrolífera descubierta cuando Rumanía no era ni siquiera un país, sino dos principados independientes a punto de unirse empujados por intereses ajenos, por aquel entonces principalmente el Imperio Otomano en decadencia, y los poderosos Imperios Ruso y Francés, provocará que los trabajadores rumanos no pudieran disfrutar durante mucho tiempo de la riqueza de su subsuelo, y que fueran otras potencias las que se llevaran los beneficios con la complicidad de la oligarquía capitalista local que, como se sabe, no entiende ni da banderas ni de patrias por encima del enriquecimiento económico personal.
El avance de la producción de petróleo rumano fue rápido, aunque tras el descubrimiento del campo petrolífero Drake en Estados Unidos, en solo 10 años (1859-1869) fue superada por los norteamericanos, cuya competencia provocó una bajada de precios en Europa que afectaría a la emergente industria rumana.
Complejo petrolero Astra Romana 1924 |
Hay que recordar aquí que tras la entrada de Rumanía en la PGM Alemania y Bulgaria invadieron prácticamente todo el país, siendo obligados el rey y el gobierno a refugiarse en Iasi. Estos, para evitar que las Potencias Centrales se beneficiaran de las riquezas petrolíferas de la zona de Ploiesti, decidieron destruir gran parte de las instalaciones de la antigua Valaquia.
Refineria Steaua Romana, periodo interbélico. |
En las provincias de Prahova, Dambovita y Buzau fueron destruidos mas de 2500 pozos y sondas. Fueron hechos saltar depósitos con una capacidad total de 150 000 m3 y destruidas mas de 70 refinerías. Igualmente, fueron incendiadas 830000 toneladas de productos petrolíferos, para regocijo, principalmente, de Estados Unidos (curiosamente, un aliado de Rumanía -en el sentido que han entendido siempre EEUU el concepto de aliado, es decir, un instrumento a su servicio).
Tras tomar el control de la mayor parte de Rumanía, Alemania reabrió algunos centros petroleros importantes, y en 1917 las refinerías Steaua Romana, Standard y Vega estaban de nuevo en actividad. En noviembre de 1918, tras la derrota de las Potencias Centrales, los yacimientos volvieron a estar bajo control de Rumanía, o mas bien de sus "aliados".
Después de 1924 Rumanía volvió a posicionarse entre los grandes productores de petróleo, junto a EEUU, Venezuela, URSS, México y las Antillas Holandesas.
Campos petrolíferos de Ploiesti, tras la SGM |
En Rumanía existían entonces 60 refinerías, la mayoría pequeñas, de las que 52 de las cuales disponían de una capacidad anual de mas de 4000 toneladas cada una. La mayoría de ellas, sin embargo, pertenecían ya a sociedades extranjeras: Vega, Astra Romana, Romano-Americana o Columbia.
En los momentos previos de la SGM la industria petrolífera rumana estaba en franca decadencia, pues su oligarquía local no tenia ningún interés en la modernización de la producción, y simplemente abría los bolsillos a las migajas que dejaban las sociedades extranjeras que explotaban la industria. A pesar de que los informes recomendaban al gobierno una eficaz modernización de las refinerias y las explotaciones, nada se hizo.
Sin embargo, los campos petrolíferos de Ploiesti seguían siendo los mayores de Europa, y la SGM volvió a recordar a Rumanía la importancia del petróleo en la lucha para la hegemonía mundial. En esta ocasión, Rumanía no tuvo opciones y Hitler, tras devolver parte de Transilvania a los húngaros, sin que Rumanía moviera un dedo para defender a sus compatriotas, se hizo con el control del gobierno rumano, a través de su títere el Mariscal Antonescu, y, por ende, del petróleo de Ploiesti.
Ploeisti se convirtió así, lo que demuestra la importancia del control de Rumanía para Hitler, en una verdadera fortaleza miltar, con mas de 40 baterías antiaéreas enterradas en los alrededores, cada una dotada de 88 cañones de 88, cientos de metralletas, cuatro escuadrillas de “Messerschmidt”, con un total de 52 de aparate, mas otros 60 aparatos de otros tipos estacionados en los aeródromos de los alrededores, incluyendo los de Bucarest.
Sin embargo, y pese a la protección, los Aliados lanzaron diferentes ataques masivos contra los campos de petróleo de Ploiesti, siendo uno de los mas destructivos el del 1 de agosto de 1943, cuando 178 bombarderos salieron de Benghazi (Libia), que destruyó casi el 50% de las refinerías. A pesar de la gran destrucción, solo 88 bombarderos lograron volver a la base de partida, siendo el resto derribados.
Construimos el Socialismo sin la burguesia y en contra de ella |
Hasta 1953 se vivió un periodo de reconstrucción tras los perjuicios sufridos en la SGM, y hasta 1956 una parte de la producción petrolífera era redireccionada hacia la Unión Soviética, como parte de las pactadas compensaciones de guerra, a través de la Sociedad Rumano-Soviética SovRom. Pero tras los primeros años, los trabajadores rumanos logran aumentar la producción vertiginosamente, y multiplicar el número de refinerias, lográndose alcanzar una producción total de mas de 34 millones de toneladas por año, muy por encima de las necesidades internas del país.
El desarrollo de la industria petrolera de la Rumanía Socialista fue enorme, al igual que el del resto de la industria productiva y de la agricultura mecanizada, y en 1989, en el momento del golpe de estado fascista que impondría a los rumanos un salvaje sistema de explotación capitalista, los trabajadores rumanos disponían de diez grandes complejos petrolíferos, cada uno con su refinería propia, de los que cinco de ellos concentraban el 85% de la producción nacional: Petrobrazi Ploiesti, Arpechim Pitesti, Petrotel Ploiesti, Petromidia y RAFO Onesti. El resto de la producción, el 15%, corría a cargo de Astra Ploiesti, Vega Ploiesti, Steaua Romana Campina, Rafinaria Darmanesti y Petrolsub Surplacu de Barcau.
Refineria Onesti en 1964 |
Hay que subrayar que en ese momento Rumanía se había convertido en un país energéticamente autosuficiente, que además de satisfacer su producción de petróleo y gas, exportaba a decenas de paises del mundo.
El desastre provocado en la economía rumana por la instauración del sistema neoliberal también provocó la destrucción de la red de refinerías petrolíferas y, en general, de la industria extractiva. Así que actualmente la mayoría de esas refinerías han sido privatizadas para después cerrarse (en el típico proceso sufrido por toda la industria rumana de destrucción de todo el tejido productivo para convertir el país en una colonia dependiente de los recursos y mercancías de las potencias económicas capitalistas).
El resultado es que la producción de petróleo y gas rumano actual no satisface ni siquiera las necesidades internas, por lo que Rumanía tiene que comprar combustibles de otros países. Curiosamente, y al revés de lo que suelen argumentar los anticomunistas, que insisten en el mito de que durante los años de Socialismo Rumanía estaba sometida a la Unión Sovietica, es bajo la tiranía capitalista cuando los rumanos dependen de la compra de gas ruso, que tienen que comprar bastante caro.
Refineria Petromidia en la actualidad |
En resumen: de aquellas 10 grandes refinerías petrolíferas que aseguraban la independencia energética en 1989 hoy solo quedan en funcionamiento 4: Vega Ploiesti, Petromidia, Petrobasi y Petrotel, todas en manos de grandes empresas privadas.
Se trata, pues, de las mismas consecuencias provocadas por la destrucción metódica de toda la riqueza que habían construido los trabajadores rumanos durante cuatro décadas de Socialismo, y que provocó la emigración masiva de mas de tres millones de rumanos, tras destruirse cuatro millones de puestos de trabajo, que enseñó a los trabajadores de Rumanía el significado del concepto "desempleo", desconocido para ellos hasta diciembre de 1989.
Como sucedió con el resto de logros económicos y sociales del pueblo rumano, la industria del petróleo, que por primera vez pasó a manos de los propios trabajadores tras 1948, tras el nacimiento de la República Popular Rumana, y que con sus propias manos la transformaron en una de las mas productivas del mundo, fue convertida, como e propio país, en una gran ruina que, eso si, sigue dejando ver el esplendor de un pasado todavía no demasiado lejano.
Democracia y desarrollo en los países petroleros.
Democracia y desarrollo en los países petroleros |
Paúl
Collier - En Defensa del Neoliberalismo.
Hasta recientemente,
"democracia petrolera" parecía un oxímoron, una expresión
contradictoria. El Medio Oriente, donde están concentradas las
reservas de petróleo, era uniformemente autocrático, y la mayoría de
los otros países ricos en petróleo eran autocracias como Indonesia o
democracias raquíticas como México (también se puede incluir a Venezuela). Las cosas están cambiando, sin
embargo, desde dos direcciones. La democracia se está extendiendo
hacia algunas economías petroleras y el petróleo se está extendiendo
hacia algunas democracias.
La extensión de la
democracia a las economías petroleras en el Medio Oriente es un punto
explícito en la agenda de la política exterior estadounidense. En
otras regiones, la democratización de las economías petroleras
importantes ha ocurrido en años recientes sin presiones exteriores,
notablemente en Indonesia, México y Nigeria. La extensión del petróleo
a las democracias, mientras tanto es, en gran parte, un efecto lateral
del intento de diversificar los suministros de petróleo
estadounidenses y occidentales de su dependencia del Medio Oriente. Se
han hecho nuevos descubrimientos, y están siendo explotados, en una
serie de democracias de bajos ingresos, tales como Gambia, Sao Tomé y
Príncipe, Senegal y Timor Oriental.
Estos desarrollos
complementarios representan tanto una advertencia de peligro como una
oportunidad: la advertencia de que las riquezas petroleras pueden
dañar las democracias existentes, y la oportunidad no sólo de evitar
que eso suceda sino también de aprender a reducir los efectos
perversos de las rentas petroleras en países que se están
democratizando.
Ya es un lugar común que
gobiernos corruptos han hecho mal uso de las rentas petroleras y otros
recursos naturales, y que esos ingresos, a su vez, han alimentado la
corrupción y socavado el buen gobierno. La explicación de esto se
desarrolla en tres fases. Una economía elemental provee la primera
fase: las grandes rentas de los recursos minan la competitividad de
otras exportaciones al inflar la tasa de cambio real, un fenómeno
llamado "la enfermedad holandesa," las consecuencias que tuvieron las
exportaciones de gas holandés en su industria manufacturera. En la
segunda fase la explicación asciende al nivel de la economía
profesional: las preocupaciones acerca del nivel de la tasa de cambio
real son reemplazadas por preocupaciones acerca de su volatilidad.
Esta preocupación encaja perfectamente dentro de un debate entre
economistas profesionales y ministros de finanzas acerca de la medida
en que la volatilidad puede afectar las inversiones. En la tercera
fase la explicación cambia hacia la reciente fusión de economía y
ciencias políticas: Las rentas de recursos desvían la política
nacional de proporcionar bienes públicos a suministrar patronazgo
privado. Pero el patronazgo puede mantenerse a raya si hay
instituciones responsables y que funcionen bien. Este cambio de
enfoque hacia el gobierno implica que, ya que la democracia aumenta
la responsabilidad, las nuevas democracias petroleras manejarán las
rentas de recursos mejor que las autocracias. Esto debe ser cierto en
ambas direcciones: para los países ricos en petróleo que se las
agencian para democratizarse, y para las democracias que descubren y
explotan nuevos recursos de combustibles fósiles.
Por supuesto, las tres fases
que describen como las rentas de recursos distorsionan los procesos
políticos no son mutuamente excluyentes, y ninguno de sus patrones se
ajusta a todos los casos. En las sociedades ricas en recursos hay
instituciones significativamente diversas, y aunque la riqueza en
recursos las hayan afectado, la mayoría de los países formó sus
instituciones antes de descubrirlos. Dado que la variación global en
las instituciones está bien reflejada entre los países de recursos
abundantes, esto nos permite analizar estadísticamente cómo
interactúan las instituciones políticas con la riqueza de recursos.
Esto, a su vez, nos permite predecir cómo les irá a las posibles
democracias petroleras.
Hasta ahora, la evidencia
sugiere que la democracia no va a resolver ni fácil ni necesariamente
los problemas planteados por la riqueza en recursos. En verdad, lo más
probable es que la democracia aumente esos problemas si los
países ricos en recursos no consiguen un gobierno eficiente. Hay que
reevaluar la importancia de los mecanismos que determinan cómo se
alcanza el poder en relación con los que determinan como se
usa ese poder. Dicho de otra forma, hay que restarle
importancia a la competencia electoral en las democracias petroleras y
aumentar la importancia de las restricciones políticas de sus
gobiernos, de los frenos y contrapesos, como gustan de decir los
norteamericanos. Desafortunadamente, esto es precisamente lo
opuesto a lo que probablemente veamos en las nuevas democracias
petroleras, y es una tendencia que inconscientemente alentarán los
medios de información internacionales, con su fascinación por las
elecciones telegénicas.
Hechos incómodos
Si uno se toma la molestia
de hacer investigación estadística sobre este asunto, encuentra un
patrón consistente: las rentas petroleras y otros recursos naturales
están particularmente mal adecuadas a las presiones generadas por la
competencia electoral en la ausencia de frenos y contrapesos en el uso
del poder político. Cuando no hay grandes rentas por recursos
naturales, hasta las democracias con menos frenos y contrapesos
sobrepasan económicamente, en forma significativa, a las autocracias.
Esto es un mérito de las consecuencias económicas de la democracia
puesto que se dice frecuentemente que la democracia no tiene ningún
efecto neto en el éxito económico.
Sin embargo, en presencia de
grandes ingresos por recursos naturales, los vectores del rendimiento
económico son los opuestos: las autocracias superan a las
democracias, y la diferencia es bastante grande. En ausencia de
ingresos por recursos naturales, una política democrática supera una
autocracia en cerca de 1.5 puntos porcentuales de crecimiento anual.
Pero cuando las rentas por recursos naturales ascienden a cerca de 8
por ciento del PNB en ausencia de frenos y contrapesos, desaparece la
ventaja de la democracia para el crecimiento. Más allá de esto, el
efecto económico neto de una democracia irrestricta es simplemente
adverso. Tómese un país sin frenos y contrapesos, y con ingresos por
recursos de 20 por ciento del PNB (un nivel bastante modesto de
riqueza de recursos). El cambio de una autocracia a una intensa
competencia electoral disminuye la tasa de crecimiento en
alrededor de 2.5 puntos porcentuales.*
¿Cómo socava la democracia
la capacidad de un país de controlar sus ingresos por recursos
naturales para el crecimiento económico? Obviamente, la respuesta
tiene que con sus opciones de política económica. Pero, ¿cuáles
opciones?
Una posibilidad es que las
rentas por recursos naturales inflan el tamaño del estado. Los
economistas han establecido que a un mayor gasto público corresponde
una menor tasa de crecimiento. Sin embargo, cuando controlamos el
nivel de gasto público, encontramos que un gasto público menor no
reduce el efecto adverso de la democracia en el uso de las rentas por
recursos naturales. De forma que el gasto gubernamental no puede
explicar el por qué las democracias ricas en recursos tienen menor
rendimiento.
¿Y qué sobre la composición
del gasto? La influencia más importante sobre el crecimiento económico
es la inversión. Si controlamos la parte de inversión en el PNB, el
efecto adverso de la democracia se reduce. Dicho de otra forma, las
democracias ricas en recursos sub-invierten. Otros investigadores
encuentran que las democracias, en general, sub-invierten. En las
sociedades ricas en recursos, la inversión es particularmente
importante, puesto que es así como las rentas por recursos pueden ser
transformadas en aumentos sostenidos de ingresos.
*Para
detalles sobre cuestiones metodológicas, vea "Democracia e Ingresos de
Recursos", de Paul Collier y Anke Hoeffler, disponible en
users.ox.ac.uk/econpco/research/politicaleconomy.htm
Sin embargo, la historia
real resulta ser no la tasa de inversión, sino el
rendimiento de la inversión. Las democracias ricas en recursos no
sólo sub-invierten sino que invierten mal. ¿Pero por qué?
Porqué la política va mal
Para ver cómo las políticas democráticas van mal en el
contexto de abundantes rentas de recursos, tenemos que analizar el
concepto de democracia. Es obvio que el diseño de cualquier democracia
varía considerablemente -sistema presidencial frente a parlamentario,
y proporcional frente a primero-después-del-conteo, y similares. ----
Sin embargo, más importante
que estos aspectos de diseño es la distinción central entre mecanismos
que regulan como se alcanza el poder y mecanismos que limitan
cómo se usa. Los primeros se preocupan de la competencia
electoral, los segundos de las restricciones del gobierno, y las
democracias difieren considerablemente en cuanto a cuales mecanismos
son los más usados. La abundancia de rentas de recursos parece
alterar mucho más cómo se conduce la competencia electoral que cómo se
usa el poder. En lo fundamental, las rentas de recursos introducen la
política de patronazgo.
La competencia electoral
motiva a los partidos políticos a conseguir votos de la manera más
efectiva y barata posible. En circunstancias normales, la mayoría de
los partidos en el poder lo hace suministrando bienes públicos tales
como infraestructura y seguridad de mejor forma que sus rivales. La
alternativa extrema a esa política es la del patronazgo privado: se
soborna a ciertos electores selectos con dinero público. En su forma
más cruda, los candidatos entregan dinero en efectivo a cambio de
votos aunque haya medios de comprar votos mucho más potentes que ése.
Obviamente, si hay que
sobornar a cada elector, un partido que ofrezca genuinos bienes
públicos, superará en la competencia a un partido de patronazgo,
porque la gran ventaja de los bienes públicos estriba en que todos
pueden usarlos por igual. A los electores les resulta mucho mejor que
se les distribuyan los fondos estatales como bienes o servicios
públicos que como sobornos privados. Sin embargo, el patronazgo
comienza a lucir efectivo para un partido político cuando se pueden
comprar los votos al por mayor, sobornando a unos pocos líderes de la
opinión, críticamente bien situados. Entonces la misma universalidad
de los bienes públicos empieza a lucir como desventaja.
El hecho es que, a la hora
de tomar decisiones, mucha gente confía en los "líderes de la opinión"
más que en la evidencia de sus propios ojos. Tal conducta se describe
en la teoría de cascada de información, que es una tendencia de moda
para describir algunas formas de comportamiento de rebaño. Un ejemplo
clásico de comportamiento de rebaño puede encontrarse en el mundo de
las modas. Es enteramente racional para las compañías de modas el
concentrar sus esfuerzos de mercadeo sobre los líderes de opinión,
sabiendo que los consumidores los van a imitar. En ese sentido, a
veces votar se parece a la moda. La gente vota frecuentemente en
bloque bajo la guía de un líder local de opinión, especialmente en
lugares donde las lealtades étnicas o sectarias son fuertes, o donde
la buena información es escasa. Esas condiciones se dan en muchas
sociedades en
desarrollo.
Supongamos entonces que
aceptamos que, en sociedades étnicamente diferenciadas sin una prensa
vibrante, la política de patronazgo es más barata y efectiva que la de
proporcionar bienes y servicios públicos. De todas formas, esto deja
abierta la cuestión de por qué este problema afecta
desproporcionadamente a las sociedades ricas en recursos. Después de
todo, muchas sociedades son étnicamente diferentes y tienen libertades
de prensa limitadas.
La respuesta parece ser que
la política de patronazgo es una forma de atraer votos más efectiva
que la de proveer bienes públicos sólo si el partido gobernante
puede malversar suficientes bienes públicos. Para financiar
patronazgo a gran escala un gobierno necesita primero malversar dinero
público del presupuesto estatal y pasarlo a fondos para sobornos.
Si las restricciones políticas sobre malversación son suficientemente estrictas, entonces el patronazgo político no es posible. Tales restricciones influyen, y a la vez se ven reforzadas, por la pureza de los motivos de los políticos. Un sistema en que el patronazgo no es factible probablemente atraiga a políticos genuinamente motivados por una visión del bien común. En las sociedades en que el patronazgo es posible, la política democrática tiende entonces a atraer pillos en busca de dinero fácil.
Si las restricciones políticas sobre malversación son suficientemente estrictas, entonces el patronazgo político no es posible. Tales restricciones influyen, y a la vez se ven reforzadas, por la pureza de los motivos de los políticos. Un sistema en que el patronazgo no es factible probablemente atraiga a políticos genuinamente motivados por una visión del bien común. En las sociedades en que el patronazgo es posible, la política democrática tiende entonces a atraer pillos en busca de dinero fácil.
Las rentas de recursos
debilitan las restricciones políticas por una razón obvia: reducen
radicalmente la necesidad de poner impuestos. Los gobiernos ricos en
recursos tienen menor necesidad de impuestos, no tienden a estimular
que los ciudadanos analicen cuidadosamente su actuación.
Aunque este proceso de
responsabilidad ha sido esencialmente comprendido desde hace mucho
tiempo, generalmente se ha propuesto como explicación a las tendencias
autocráticas de sociedades ricas en recursos, y con razón. El punto
clave aquí es que este mismo proceso de socavar la responsabilidad
opera igualmente dentro de las sociedades democráticas. El efecto no
daña la competencia electoral en sí misma, sino a las restricciones
políticas sobre como se usa el poder. A medida que las rentas de
recursos erosionan los frenos y los contrapesos, suponiendo que
existan, los partidos logran rienda suelta para competir por votos
usando el patronazgo. Como hemos establecido, esta es la forma más
efectiva para conseguir votos en una sociedad éticamente dividida y
con una prensa carente de libertad. Los partidos que en forma
quijotesca escogen la vía de los bienes públicos para atraer los
votos, simplemente pierden la elección: en esas situaciones los pillos
políticos derrotarán siempre a los candidatos honestos. Si alguien
desea una medida de los problemas afrontados por un candidato capaz y
honesto en una democracia petrolera, compruebe como le fue a Pat Utomi
como candidato presidencial en las elecciones de Nigeria este abril.
La ley de esta particular selva política es, desafortunadamente, la
supervivencia de los más gordos.
Los politólogos pueden medir
las restricciones políticas en un país dado. Como todas las
cuantificaciones, esta medida tiene sus deficiencias: Simplemente
cuenta cuantos de los posibles 17 frenos y contrapesos están
incorporados dentro de un sistema político. Estas restricciones se
correlacionan con el nivel real de la democracia. De nuevo, es
esencial hacer una distinción entre la competencia electoral y los
frenos y contrapesos del poder político. Cuando una nación tiene
intensa competencia electoral y pocas restricciones al poder político,
el crecimiento económico sufre severamente. Por el contrario, una
democracia petrolera con suficientes restricciones políticas puede
ser un éxito económico. A Noruega le va bien pero Nigeria tiene
problemas.
¿Qué significan, en la
práctica, "suficientes restricciones?" Volvamos a nuestro ejemplo de
un país con rentas de recursos naturales evaluadas en 20 por ciento de
su PNB y una intensa competencia electoral. Recuérdese que en ausencia
de frenos y contrapesos, una sociedad de ese tipo tiene una tasa de
crecimiento 2.5 puntos porcentuales inferior al de una autocracia.
Según la medida de frenos y contrapesos que nosotros usamos, esta
sociedad necesitaría sólo cuatro de las 17 restricciones a fin de
eliminar esta desventaja. Con ocho restricciones superaría a la
autocracia por 2.8 puntos porcentuales.
Cuatro restricciones de 17
no parecen mucho, pero es el doble de lo que típicamente tienen las
sociedades ricas en recursos. Obviamente, añadir cuatro restricciones
cualesquiera de las 17 no arreglaría necesariamente el problema. En
realidad, si hay una restricción de importancia suprema, es la de la
prensa libre. Sin ella, los ciudadanos pueden ser fácilmente
manipulados por la propaganda gubernamental. He usado una medida
cuantitativa desarrollada por Freedom House para investigar si la
libertad de prensa tiene importancia en las sociedades ricas en
recursos. Encontré no sólo que una prensa libre está generalmente
asociada con una tasa de crecimiento más rápida, sino también que el
efecto es significativamente mayor en el contexto de las riquezas en
recursos.
También puedo mostrar el por
qué las restricciones políticas son tan importantes en las democracias
ricas en recursos. La respuesta nos trae de vuelta a la decisión sobre
inversión: las restricciones aumentan el rendimiento de la inversión
para gastos públicos, como ejemplifica la experiencia de Nigeria. La
primera transición de gobierno militar a democracia tuvo lugar en
1978. El nuevo gobierno democrático del Presidente Shehu Shagari dio
un ejemplo clásico de competencia electoral guiada por patronazgo y un
poder político carente de frenos y contrapesos. Uno de los primeros
actos del gobierno de Shagari fue el de dar marcha atrás a masivas
inversiones públicas para una represa otorgadas por el gobierno
militar. El proyecto fue reotorgado, pero su costo ascendió de $120 a
$600 millones. Los políticos habían gastado una fortuna comprando los
votos que los eligieron, y la represa fue la forma de recuperar sus
inversiones. Los $480 millones adicionales en "costos" fueron
esencialmente sobornos adicionales para los que ahora tenía buenas
relaciones políticas.
El comienzo del segundo
período del presidente Olusegun Obasanjo en el 2003 marcó la segunda
experiencia de transición en Nigeria. El primer período electo de
Obasanjo había sido, como el régimen de Shagari, una transición de
régimen militar a democracia. En realidad, fue una especie de
repetición del régimen de Shagari. La competencia electoral fue
intensa: al final del primer período de Obasanjo, el 80 por ciento de
los senadores fue derrotado. Los frenos y contrapesos, sin embargo,
eran virtualmente inexistentes. No había habido tiempo para situarlos,
y todos los poderosos intereses seccionales se les habían opuesto. Al
principio de su segundo y final período, Obasanjo comenzó a introducir
los frenos y contrapesos que faltaban, una decisión que requirió
considerable coraje. Una de las primeras restricciones, cuya previa
ausencia resulta asombrosa, fue el requisito de ofertas competitivas
en todos los proyectos de inversiones públicas. Cuando este requisito
se introdujo por vez primera, se le hizo algo retroactivo: Algunos
proyectos previamente aprobados se retiraron. La introducción de
ofertas competitivas redujo el costo de estos proyectos en un promedio
de 40 por ciento. Esos dos ejemplos: el enorme aumento de los costos
generado por la transición hacia una competencia electoral
irrestricta, y la igualmente enorme disminución en los costos,
generada por restricciones básicas, ilustran la magnitud de lo que
está en juego en las democracias petroleras.
Esos resultados limitados no
demuestran los beneficios de las restricciones políticas en todas las
circunstancias, pero si respaldan el valor de los frenos y contrapesos
en el contexto de las democracias ricas en recursos. En contextos muy
diferentes, las restricciones en el uso del poder político
democráticamente conseguido pudieron haber tenido efectos contrarios
como, por ejemplo, hacer más fácil el bloquear reformas económicas,
como puede haber sido el caso recientemente en Alemania.
La Trampa de los Recursos
El crecimiento económico no
es sólo bueno en sí mismo: también refuerza la democracia. En
particular, níveles más altos de ingresos per cápita parecen impulsar
el desarrollo de los balances y contrapesos políticos. Por ejemplo: En
su documento de trabajo 2004 NBER "¿Generan crecimiento las
instituciones?", Edward Glaeser y sus asociados han demostrado que el
desarrollo económico impulsa, gradualmente, un saludable cambio
institucional. De modo que las instituciones políticas no sólo
reflejan el crecimiento pasado sino que influyen sobre el crecimiento
futuro.
Esto debería de advertirnos
sobre la posibilidad de una trampa del desarrollo político. Sociedades
de bajos ingresos y ricas en recursos, como Nigeria y Gambia, que
adquieren una democracia rápida pero desequilibrada, con una vigorosa
competencia electoral pero sin frenos y contrapesos, probablemente van
a usar tan mal sus oportunidades que no van a crecer. Esto, a su vez,
cierra el camino que han tomado la mayoría de las sociedades para
lograr una forma equilibrada de democracia, es decir, un camino de
instituciones políticas que se fortalecen paulatinamente, sostenidas
por un amplio desarrollo económico. Esto, por ejemplo, es como muchos
países de Europa occidental tornaron paulatinamente sus monarquías y
oligarquías en democracias, durante el siglo XIX y principios del XX.
Por lo contrario, si
semejante sociedad tan solo pudiera introducir frenos y contrapesos y
de alguna forma mantenerlos durante algún tiempo, como bajo una
dirigencia política de excepcional visión, el crecimiento que
generaría pudiera consolidar el mantenimiento de los frenos y
contrapesos, y mantener seguro el país durante elecciones realmente
competitivas. Esta es la esperanza de Nigeria en la actualidad. Y
esto es lo que tiene que inspirar nuestra estrategia de ayuda al
desarrollo en todas las democracias petroleras.
Esta evidencia, más bien
deprimente, pudiera parecer sugerir que las sociedades ricas en
recursos debieran aferrarse a la autocracia, al menos si el
crecimiento económico es el objetivo principal. Sin embargo, aparte
del hecho de que la democracia es buena en si misma, hay razones para
dudar esta cínica conclusión, al menos para un importante subgrupo de
países ricos en recursos.
Mientras que, en ocasiones,
la autocracia parece mejor desde la limitada perspectiva de la
generación de crecimiento económico, hay un contexto importante - la
diversidad étnica- en el que la autocracia es muy mala noticia. Lo que
puede haber resultado bien durante períodos críticos en Turquía,
Chile, Taiwán y Corea del Sur -sociedades más bien homogéneas- es
improbable que funcione en Indonesia, Nigeria y Trinidad-Tobago. La
razón más probable de por
qué la autocracia reduce el crecimiento en el contexto de la
diversidad étnica es porque tiende a estrechar la base de apoyo del
autócrata. Típicamente, los autócratas en sociedades de diversidad
étnica dependen del apoyo de su propio grupo étnico. Mientras más
diversa sea la sociedad, más pequeño será este grupo. Mientras más
estrecha la base de apoyo social, más fuerte será el incentivo para
una política económica que sacrifique el crecimiento en aras de
redistribuir el ingreso al grupo favorecido. Ejemplos típicos incluyen
a Burundi bajo el gobierno de la minoría Tutti y las políticas pro-Alawitas
en Siria.
De ahí que en el contexto de
países étnicamente diversos como Nigeria y, especialmente, el Irak de
la preguerra, la autocracia falló en generar condiciones para el
crecimiento, y su retorno no mejoraría las cosas. La implicación
incómoda es que la competencia electoral no es suficiente para superar
el bloqueo al crecimiento generado por la autocracia; simplemente
cambia el bloqueo hacia una más difusa pérdida de recursos por medio
del patronazgo. De ahí que, en el contexto de la diversidad étnica y
renta de recursos, la competencia electoral es una razón necesaria
pero no suficiente para producir desarrollo.
La combinación de una
sociedad rica en recursos y étnicamente diversa, con fuertes
restricciones políticas, es rara pero existe: Botswana. Botswana tiene
minas de diamantes en lugar de pozos de petróleo, pero esta diferencia
es inmaterial: una gran cantidad de dinero fluye aún de la tierra a
los cofres del gobierno. Aunque Botswana se ha mantenido como
democracia desde su independencia, ninguna de sus elecciones ha
cambiado realmente el partido de gobierno. De ahí que la competencia
electoral no pueda ser razonablemente descrita como intensa. Se las ha
arreglado, sin embargo, para mantener fuertes frenos y contrapesos.
Por ejemplo, todos los proyectos de inversión pública necesitan, por
ley, conservar una tasa de rendimiento mínima. Una clara evidencia de
que este requisito ha sido implementado es que el gobierno de Botswana
ha a acumulado una gran reserva de activos extranjeros. La democracia
de Botswana se distingue así de la de Nigeria: los dos países se han
construido un balance radicalmente diferente entre la competencia
electoral y los frenos y contrapesos. No es de extrañar que también
tengan resultados de crecimiento radicalmente diferentes: Botswana se
ha convertido en un país de medianos ingresos, logrando por largo
tiempo la más alta tasa mundial de crecimiento.
Estableciendo bien la democracia
Desde la caída de la Unión
Soviética, la democracia se ha expandido rápidamente a través del
mundo en desarrollo. Sin embargo, esta transición ha sido definida
abrumadoramente, hasta ahora, en términos de elecciones. Nos
inclinamos a concentrarnos en la competencia electoral porque puede
ser introducida muy rápidamente inclusive en situaciones no
prometedoras, tales como en Afganistán. Por el contrario, los frenos y
contrapesos requieren instituciones reales y un mínimo de confianza
social. Toman tiempo en introducirse y con frecuencia son el
equivalente de huérfanos políticos: los partidos que aspiran a
gobernar hacen resistencia a la introducción de restricciones
políticas, y toda la clase política se arriesga a perder si las
políticas de patronazgo se hace impracticables.
Por otro lado, la dicotomía
elecciones-instituciones no ha sido un problema para las democracias
desarrolladas: no son ricas en recursos o, como en el caso de Noruega,
su riqueza en recursos es moderada y reciente, salvaguardada por un
campo lleno de instituciones democráticas y ya con un alto nivel de
ingresos.
Los que están afrontando una
serie de problemas históricamente nuevos son las sociedades en
desarrollo ricas en recursos y de bajos ingresos que se están
convirtiendo en democracias, y un grupo de democracias frágiles y de
bajos ingresos que ahora están descubriendo la riqueza de recursos
Como resultado, las
democracias desarrolladas no han demostrado hasta ahora mucha
comprensión de estas nuevas circunstancias.
A causa de las diferentes
escalas temporales para el desarrollo de las elecciones y de los
frenos y contrapesos, las "democracias instantáneas" casi
inevitablemente pasan por una fase en la cual los vencedores
electorales cosechan todos los despojos políticos. El verdadero
problema es de si esto se convierte en un rasgo permanente de la
política, enredando al país en la trampa del desarrollo político, o si
las instituciones se pondrán al día a su debido tiempo. Aquí es dónde
la los medios de información internacionales juegan un papel
desmesurado.
La reciente y rápida
difusión de elecciones impugnadas, como en Ucrania de noviembre de
2004 a enero de 2005, demuestra el poder de la influencia
internacional, especialmente el de la prensa internacional. Tratándose
de eventos relativamente simples y fáciles de fotografiar, las
elecciones reciben una gran atención de la prensa. Los ciudadanos en
el mundo en desarrollo se dejan llevar por esta atención que,
inevitablemente, los lleva a ver en las elecciones el rasgo esencial y
definitorio de la legitimidad democrática.
Esta concentración en las
elecciones no sólo influye las opiniones de los ciudadanos sino que,
además, les permite usar el poder de la presión internacional. Esto se
refleja en el hecho de que en las manifestaciones políticas, muchos de
los carteles que demandan elecciones justas -como por ejemplo en
Egipto- estaban escritos en inglés en lugar de en el idioma local.
Somos partes de la audiencia que estas protestas buscan. De forma que
nuestra respuesta les importa mucho. Hasta el momento, los
norteamericanos en su conjunto, y el gobierno de Bush en particular,
han insistido en las elecciones. Los frenos y contrapesos, por otra
parte, son continuos y complejos, por lo que han recibido menor
cobertura noticiosa. Las democracias maduras necesitan contrarrestar
esta tendencia enfatizando las características menos visibles de la
democracia, especialmente en las jóvenes democracias ricas en
recursos.
Dado que el crecimiento
económico en si mismo aumenta gradualmente el ingreso al nivel en el
que la población demanda frenos y contrapesos seguros, el mejoramiento
en las restricciones políticas eventualmente deviene autosuficiente.
Por consiguiente, un esfuerzo internacional para promover frenos y
contrapesos sólo necesitaría ser temporal. La ola de competencias
electorales que barrió el mundo en desarrollo en los 1990 y que aún
pudiera barrer el Medio Oriente, necesita ser complementado con una
ola de entusiasmo a favor de las restricciones políticas. No sólo está
en juego la prosperidad, sino también la libertad.
Tomado de The Public
Interest
Traducido por el Dr. E.A.Rivero
Traducido por el Dr. E.A.Rivero
Friendship Quotes
Pero la amistad es preciosa, no sólo en la sombra, pero en el sol de la vida, y gracias a la disposición benevolente la mayor parte de la vida brilla el sol.
Thomas Jefferson
David Dickens
David Dickens is a former New Zealand defence strategist. He was deputy director (1996-1999) and then director (1999-2002) of the Centre for Strategic Studies: New Zealand.
Dickens was accused in parliament of leaking a letter by an Army officer in 2001, the letter advocating lobbying for greater Army funding at the expense of other services.[2] Dickens denied leaking the letter, and the accusation was later proven false by a Defence Force investigation.[3]
Contents |
Background
Dickens is a former soldier with the 7th Wellington and Hawkes Bay Regiment, and 2nd/1st Battalion of the Royal New Zealand Infantry Regiment, and Ministry of Defence official (1990-1996). He is a graduate of the Royal New Zealand Air Force Senior Command and Staff College Course (1993), and has BA with First Class Honours (1989) and PhD (1996) degrees from the Victoria University of Wellington. His thesis was New Zealand and the Vietnam War: Official Policy Advice to the Government 1960-1972.[1] He visited the United States under the auspices of the United States State Department Visitor Programme in 1997 and India as a guest of the Indian Foreign Ministry in 2001.CSCAP and Track Two Diplomacy
Dickens was deputy head and then head of New Zealand’s Council for Security Cooperation in the Asia-Pacific (CSCAP). He represented New Zealand at CSCAP meetings and Co-Chaired the CSCAP Comprehensive Security and Cooperation Working Group with Malaysia’s Jawhar Hussein and China’s Ambassador Chi Chun Li. Dickens co-edited and edited many of the Working Group papers and conference proceedings.Research
Dickens' research was published by thinks tanks including the Strategic and Defence Studies Centre of the Australian National University, the Washington based Centre for Strategic and International Studies (published by the Massachusetts Institute of Technology), and the Institute of Defence Studies and Analysis, New Delhi. Dickens researched a range of Asia-Pacific security issues including the implications of defence technology and the revolution in military affairs, India and Pakistan’s nuclear weapons programmes, the influence of the ASEAN Regional Forum, Five Power Defence Arrangements, the impact of the United States military presence in the Asia-Pacific, as well as the implications of global terrorism for New Zealand’s security and interests and detailed work on capability and force structure options for New Zealand.Controversy and departure
In 1999, Dickens replaced former diplomat Terence O'Brien as Director of CSS.Dickens was accused in parliament of leaking a letter by an Army officer in 2001, the letter advocating lobbying for greater Army funding at the expense of other services.[2] Dickens denied leaking the letter, and the accusation was later proven false by a Defence Force investigation.[3]
References
- ^ "Student Publications - PhD Thesis (by Author)". Victoria University of Wellington. Retrieved 23 February 2010.
- ^ "Irate MPs finger think-tank chief as defence letter leak". The New Zealand Herald. 30 August 2001. Retrieved 23 February 2010.
- ^ Mold, Francesca (21 May 2002). "Defence strategist joins National staff". The New Zealand Herald. Retrieved 23 February 2010.
External links
- Centre for Strategic Studies: New Zealand
- ABC - Dickens on the F-16 purchase decision
Charles Dickens
Charles Dickens
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Charles Dickens | |
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Charles Dickens. | |
Nombre completo | Charles John Huffam Dickens |
Nacimiento | 7 de febrero de 1812 Portsmouth, Inglaterra, Reino Unido |
Defunción | 9 de junio de 1870 (58 años) Gad's Hill Place, Higham, Kent, Inglaterra, Reino Unido |
Seudónimo | Bozifer |
Ocupación | Novelista |
Nacionalidad | Inglesa |
Período | Siglo XIX |
Movimientos | Literatura victoriana |
Cónyuge | Catherine Thompson Hogarth |
Descendencia | Charles Culliford Boz Dickens (1837-1896) Mary Dickens (1838-1896) Kate Macready Dickens (1839-1929) Walter Landor Dickens (1841-1863) Francis Jeffrey Dickens (1844-1886) |
Influido por[mostrar]
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Firma |
Críticas posteriores, tales como las de George Gissing y G. K. Chesterton, defendieron y aclamaron su dominio de la lengua inglesa como inigualable, sus personajes como inolvidables, y en gran medida su profunda sensibilidad social. No obstante, también recibió críticas de sus mejores lectores —George Henry Lewes, Henry James y Virginia Woolf, entre ellos— los cuales achacaron ciertos defectos a sus obras, como el sentimentalismo efusivo, acontecimientos irreales y personajes grotescos.1
Sus novelas y relatos cortos disfrutaron de gran popularidad en vida del escritor, y aún hoy se editan continuamente. Dickens escribió novelas por entregas, el formato usual en la ficción en su época, por la simple razón de que no todo el mundo poseía los recursos económicos necesarios para comprar un libro, y cada nueva entrega de sus historias era esperada con gran entusiasmo por sus lectores, nacionales e internacionales. Dickens fue y sigue siendo venerado como un ídolo literario por escritores de todo el mundo.2
Índice |
Biografía
Primeros años
Dickens nació el 7 de febrero de 1812, en el distrito de Landport, perteneciente a la ciudad de Portsmouth, hijo de John Dickens (1786–1851), oficinista de la Pagaduría de la Armada en el arsenal del puerto de Portsmouth, y de su esposa Elizabeth Barrow (1789–1863). En 1814, la familia se trasladó a Londres, Somerset House, en el número diez de Norfolk Street. Cuando el futuro escritor tenía cinco años, la familia se mudó a Chatham, Kent. Su madre era de clase media y su padre siempre arrastraba deudas, debido a su excesiva inclinación al despilfarro. Charles no recibió ninguna educación hasta la edad de nueve años, hecho que posteriormente le reprocharían sus críticos, al considerar su formación en exceso autodidacta. Con esta edad, después de acudir a una escuela en Rome Lane, estudió cultura en la escuela de William Gile, un graduado en Oxford. Pasaba el tiempo fuera de su casa, leyendo vorazmente. Mostró una particular afición por las novelas picarescas, como Las aventuras de Roderick Random y Las aventuras de Peregrine Pickle de Tobias Smollett, y Tom Jones de Henry Fielding. Éste sería su escritor favorito. También leía con fruición novelas de aventuras como Robinson Crusoe y Don Quijote de la Mancha. En 1823, vivía con su familia en Londres, en el número 16 de Bayham Street, Camden Town, que era entonces uno de los suburbios más pobres de la ciudad. Aunque sus primeros años parecen haber sido una época idílica, él se describía como un «niño muy pequeño y no especialmente cuidado». También hablaría de su extremo patetismo y de su memoria fotográfica de personas y eventos, que le ayudaron a trasladar la realidad a la ficción.3Su vida cambió profundamente cuando su padre fue denunciado por impago de sus deudas y encarcelado en la prisión de deudores de Marshalsea. La mayor parte de la familia se trasladó a vivir con el Sr. Dickens a la cárcel, posibilidad establecida entonces por la ley, que permitía a la familia del moroso compartir su celda. Charles fue acogido en una casa de Little College Street, regentada por la Señora Roylance y acudía los domingos a visitar a su padre en la prisión.
A los doce años, se consideró que el futuro novelista tenía la edad suficiente para comenzar a trabajar, y así comenzó su vida laboral, en jornadas diarias de diez horas en Warren's boot-blacking factory, una fábrica de betún para calzado, ubicada cerca de la actual estación ferroviaria Charing Cross de Londres. Durante este periodo su vida transcurrió pegando etiquetas en los botes de shoes polish (betún para calzado); ganaba seis chelines semanales. Con este dinero, tenía que pagar su hospedaje y ayudaba a la familia, la mayoría de la cual vivía con su padre, que permanecía encarcelado.
Después de algunos meses, su familia pudo salir de la prisión de Marshalsea, pero su situación económica no mejoró hasta pasado un tiempo, cuando al morir la abuela materna de Charles, su padre recibió una herencia de 250 libras. Su madre no retiró a Charles de forma inmediata de la compañía, que era propiedad de unos parientes de ella. Dickens nunca olvidaría el empeño de su madre de obligarle a permanecer en la fábrica. Estas vivencias marcarían su vida como escritor: dedicaría gran parte de su obra a denunciar las condiciones deplorables bajo las cuales sobrevivían las clases proletarias. En su novela David Copperfield, juzgada como la más autobiográfica, escribió: «Yo no recibía ningún consejo, ningún apoyo, ningún estimulante, ningún consuelo, ninguna asistencia de ningún tipo, de nadie que me pudiera recordar. ¡Cuánto deseaba ir al cielo!».4
Primera etapa
En mayo de 1827, Dickens empezó a trabajar como pasante en el bufete de los procuradores Ellis & Blackmore y después de un tiempo como taquígrafo judicial.En 1828 comenzó a colaborar como reportero en el "Doctor´s Commons" y posteriormente ingresó en calidad de cronista parlamentario en el "True Sun". Por esta época se interesó por la escena teatral londinense, apuntándose a clases de interpretación, pero el día de la realización del casting, padeció gripe y no pudo asistir, apagándose así sus sueños de ser actor teatral.
En 1834 lo contrató el Morning Chronicle como periodista político, para informar sobre debates parlamentarios, y viajar a través del país a cubrir las campañas electorales. En 1836 sus artículos en forma de esbozos literarios que habían ido apareciendo en distintas publicaciones desde 1833, se publicaron formando el primer volumen de Sketches by Boz y que dio paso en marzo de ese mismo año a la publicación de las primeras entregas de "Los papeles póstumos del club Pickwick". Posteriormente continuó contribuyendo y editando diarios durante gran parte de su vida.
El 2 de abril de 1836 contrajo matrimonio con Catherine Thompson Hogarth (1816–1879) y estableció su residencia en Bloomsbury. Tuvieron diez hijos: Charles Culliford Boz Dickens (1837-1896), Mary Dickens (1838-1896), Kate Macready Dickens (1839-1929), Walter Landor Dickens (1841-1863), Francis Jeffrey Dickens (1844-1886), Alfred D'Orsay Tennyson Dickens (1845-1912), Sydney Smith Haldimand Dickens (1847-1872), Henry Fielding Dickens (1849-1933), Dora Annie Dickens (1850-1851) y Edward Bulwer Lytton Dickens (1852-1902).
En 1836 aceptó el trabajo de editor del Bentley's Miscellany, que mantendría hasta 1839, cuando discutió con el dueño. Otros dos periódicos de los que Dickens fue asiduo contribuyente fueron Household Words y All the Year Round. En 1842, viajó junto a su esposa a los Estados Unidos, hecho que describió brevemente en Notas de viaje americanas y que sirvió también como base de alguno de los episodios de Martin Chuzzlewit. Poco después empezó a mostrar interés en el Unitarismo cristiano, aunque él sería anglicano, al menos nominalmente, durante el resto de su vida. Los escritos de Dickens fueron sumamente populares en sus días y fueron leídos extensamente. En 1856, su popularidad le permitió comprar Gad's Hill Place. Esta gran casa ubicada en Higham, Kent, tenía un especial significado para el escritor, ya que de niño había caminado por sus cercanías y había soñado con habitarla. El lugar fue también el lugar donde se desarrollan algunas escenas de la primera parte del Enrique IV de Shakespeare, conexión literaria que complacía a Dickens.
Vio publicadas nueve entregas en 1836 y las once restantes en 1837, de The Posthumous Papers of the Pickwick Club («Los papeles póstumos del Club Pickwick»). Su siguiente obra fue Oliver Twist (1837–1838) un relato auténticamente autobiográfico y que se publicó por entregas durante dos meses. A esta obra siguieron Nicholas Nickleby (1838–1840) y La tienda de antigüedades (1840–1841), donde narra las desdichas de la pequeña Nelly, con pasajes inspirados en el reciente fallecimiento de su cuñada Mary Hogarth, de diecisiete años a quien Dickens adoraba. La obra tuvo un gran éxito en Inglaterra y América.
Gracias a las obras que iba publicando, Dickens ganó un gran prestigio. En 1841 fue nombrado hijo adoptivo por la ciudad de Edimburgo y viajó a Estados Unidos, donde fue rechazado por la sociedad de este país debido a las conferencias que impartía y a la novela Notas de América, contraria a la esclavitud y que Dickens había experimentado personalmente en su infancia. A pesar de ello se renconcilió con el público después de la publicación de Canción de Navidad en 1843.
Su novela Dombey and Son («Dombey e hijo»), 1846–1848, significó un cambio en su método de trabajo: pasó de la improvisación hacia la completa planificación, apoyándose para la escritura en la maestría que alcanzó en el manejo de los recursos novelísticos. Fundó en 1849 el semanario Household Words, donde difundió escritos de autores poco conocidos y en el que publicó dos de sus más excelsas obras: Bleak House («Casa desolada»), 1852–1853, y Hard Times («Tiempos difíciles»), 1854.
Ya era considerado como el gran novelista de lo social. Sometido como estaba a una gran carga de trabajo destinada a satisfacer la demanda de sus lectores, Dickens no tardó en caer en una crisis que le llevó a la ruptura con sus editores, tras exigirles una mayor remuneración, petición que fue denegada. Después de ello, Dickens inició una serie de viajes a Italia, publicando Imágenes italianas, Suiza y Francia, en donde conoció a Alejandro Dumas y a un joven Julio Verne, además de admirar la sociedad parisina. A su regreso a Inglaterra, obligado por nuevas necesidades económicas, extendió su actividad a otros campos: organizó representaciones teatrales, fundó el Daily News, hizo de actor y comenzó a dar conferencias, como las que daba sobre los derechos de autor, defensa de las prostitutas y condena de la pena de muerte, muy en boga en Londres como divertimento del pueblo.
Su gran best seller fue David Copperfield, del cual llegó a vender hasta 100.000 ejemplares en poco tiempo. Fue también el primer escritor en utilizar la palabra detective en sus novelas.
Segunda etapa
Alrededor de 1850 la salud de Dickens había empeorado; este cambio fue agravado por la muerte de su padre, de una hija y de su hermana Fanny. Dickens se separó de su esposa en 1858. En la era victoriana, el divorcio era impensable, particularmente para personas famosas como él. No obstante, continuó manteniendo a ella y a la casa por los siguientes 20 años, hasta el día que ella falleció. Aunque inicialmente vivían felices juntos, Catherine no parecía compartir en lo más mínimo la desmedida energía que Dickens tenía. Su trabajo de vigilar a sus diez niños y la presión de vivir con un mundialmente famoso novelista ciertamente no ayudaba. Georgina, la hermana de Catherine, se mudó para ayudarla, pero circulaban rumores de que Charles estaba involucrado románticamente con su cuñada. Una indicación de la crisis matrimonial ocurrió cuando, en 1855, él fue al encuentro de su primer amor, María Beadnell. María también estaba casada en estos tiempos, pero ella había cambiado muchísimo del recuerdo romántico que Dickens tenía de ella. A partir de entonces, el cambio del carácter de Charles Dickens fue tan notable que varios amigos suyos declararon no reconocer en él a la persona que habían conocido. A pesar de todo, Dickens continuó escribiendo y dando conferencias y se refugió en casa de su amigo Wilkie Collins (el creador del misterio). Llegaron a escribir relatos juntos y se recomendaban ideas para sus respectivas novelas. En 1859 publicó Historia de dos ciudades. En 1863 crea The Arts Club.El 9 de junio de 1865, mientras regresaba de Francia para ver a Ellen Ternan, Dickens sufrió un accidente, el famoso choque ferroviario de Staplehurst, en el cual los siete primeros vagones del tren cayeron de un puente que estaba siendo reparado. El único vagón de primera clase que no cayó fue aquel donde se encontraba Dickens. El novelista pasó mucho tiempo atendiendo a los heridos y moribundos antes de que los rescatadores llegasen. Antes de partir se acordó del inconcluso manuscrito de Nuestro amigo mutuo, y regresó al vagón únicamente a recuperarlo. Típico de Dickens, él luego usaría esta terrible experiencia para escribir su corta historia de fantasmas El guardavía en la cual el protagonista tiene la premonición de un choque ferroviario.
Dickens se las arregló para evadirse de la investigación del choque, pues como ahora se sabe, él estaba viajando ese día con Ellen Ternan y su madre, lo cual podía causar un escándalo. Ellen, una actriz, había sido la compañera de Dickens desde que éste finalizó su matrimonio, y, como él la conoció en 1857, fue probablemente la última razón para su separación. Ella continuó siendo su compañera, más bien su señora, hasta el día de su muerte. Las dimensiones de la aventura fueron desconocidas hasta la publicación en 1939 de Dickens y su hija, un libro acerca de la relación intrafamiliar del autor con su hija Kate. Kate Dickens trabajó con Gladys Storey en el libro antes de su muerte, ocurrida en 1929, y afirmó que Dickens y Ternan tuvieron un hijo que murió en la infancia, aunque no existe ninguna evidencia concreta que corrobore sus afirmaciones.
Dickens, aunque ileso, nunca se recuperó totalmente del accidente de Staplehurst. Su prolífica pluma se dedicó a completar Nuestro amigo mutuo y a comenzar El misterio de Edwin Drood, que quedó inacabada en su último tercio, y cuyo desconocido final dio lugar hasta hoy a innumerables hipótesis.5 Mucho de su tiempo fue utilizado en lecturas públicas de sus más amadas novelas. Dickens estaba fascinado con el teatro como un escape del mundo real, y los teatros y el público teatral aparecen en Nicholas Nickleby. Los espectáculos itinerantes eran extremadamente populares, y el 2 de diciembre de 1867 Dickens dio su primera lectura pública en los Estados Unidos, en un teatro de Nueva York. El esfuerzo y la pasión que ponía en estas lecturas con voces individualizadas para sus personajes es algo que quizá también contribuyó a su muerte.
Volvió a escribir en el Old Year Magazine hasta su muerte. Poco después fue recibido por la reina Victoria I, la cual era gran lectora de sus obras.
En 1869 Dickens aceptó presidir el Birmingham and Midland Institute, convirtiéndose así en su decimosexto presidente.
Cinco años después del citado accidente, el 9 de junio de 1870, murió al día siguiente de sufrir una apoplejía, sin haber recuperado la consciencia. Contra su deseo de ser enterrado en la catedral de Rochester (la cercana a su domicilio), «de forma barata, sin ostentaciones y estrictamente privada», lo fue en la llamada «Esquina de los Poetas» de la Abadía de Westminster, si bien se procuró respetar su deseo de privacidad.6 Circuló a su muerte un epitafio impreso en el que se decía que «fue simpatizante del pobre, del miserable, y del oprimido; y con su muerte, el mundo ha perdido a uno de los más grandes escritores ingleses». Dickens estipuló que no se erigiera ningún monumento en su honor; su única estatua de tamaño natural data de 1981, fue realizada por Francis Edwin Elwell, y se encuentra localizada en Clark Park, Filadelfia, en los Estados Unidos. Su gran sueño fue el de ser libre y lo consiguió siendo escritor.
Su novela Oliver Twist ha sido llevada en numerosas ocasiones a la gran pantalla:
- Véase: Oliver Twist (desambiguación).
Estilo literario
El estilo de Dickens es florido y poético, con un fuerte toque cómico. Sus sátiras sobre el esnobismo de la aristocracia británica —él llamaba a uno de sus personajes «El Refrigerador Noble»— son a menudo populares. Comparaciones de huérfanos con accionistas o comensales con muebles son algunas de sus más aclamadas ironías.Personajes
A Dickens lo han llamado un autor cuyos personajes son de los más memorables y creativos en la literatura inglesa--si no exclusivamente por sus peculiaridades insólitas, con certeza por sus nombres. Personajes, como Ebenezer Scrooge, Fagin, Mrs. Gamp, David Copperfield, Charles Darnay, Oliver Twist, Micawber, Pecksniff, Miss Havisham, Wackford Squeers y muchos otros, son tan bien conocidos, que se puede hasta creer que tienen una vida fuera de sus novelas y que sus historias continuarían con otros autores. A Dickens le encantaba el estilo del siglo XVIII, el romance gótico, incluso lo llegó a tomar a juego —Jane Austen's Northanger Abbey fue una muy conocida parodia— y mientras algunos son grotescos, sus excentricidades no suelen eclipsar sus historias. Uno de los personajes mejor dibujados dentro de sus novelas es la misma Londres. Desde los bares de las afueras de la ciudad hasta las orillas del Támesis, todos los aspectos de la capital británica son descritos por alguien que la amaba verdaderamente y que pasaba muchas horas caminando por sus calles.Novelas por entregas
La mayoría de las obras maestras de Dickens fueron escritas como entregas mensuales o semanales en periódicos como el Master Humphrey's Clock y el Household Words, siendo posteriormente reimpresas en libros. Estas entregas hacían las historias más baratas y accesibles. Los seguidores americanos, incluso esperaban en los puertos de Nueva York gritando sobre la multitud de un barco que arribaba «¿Está la pequeña Nell muerta?». Parte del gran talento de Dickens era incorporar su estilo por entregas con un coherente final de novela. Sus números mensuales fueron ilustrados por, entre otros, «Phiz» (seudónimo de Hablot Browne). Entre sus más famosos trabajos están Grandes esperanzas, David Copperfield, Oliver Twist, Historia de dos ciudades, Casa desolada, Nicholas Nickleby, Los papeles póstumos del club Pickwick y Cuento de Navidad.Su forma de concebir los personajes puede entenderse al analizar su relación con los ilustradores. Dickens trabajó muy cercanamente con los ilustradores, al comienzo les daba un prospecto del trabajo , asegurándose de que los personajes y los ambientes eran tal como él los imaginaba. Al leer la correspondencia entre el autor y el ilustrador, pueden ser mejor entendidas las intenciones de Dickens, lo que estaba oculto en su arte está plenamente explicado en estas cartas. Otro hecho que revelan las misivas es que los intereses del lector no siempre coincidían con los del autor. Un gran ejemplo de esto aparece en la novela mensual Oliver Twist. En un episodio de la misma, Dickens metió a Oliver en un enredo de un robo. Esta entrega concluía cuando Oliver recibía un disparo. Los lectores estimaron que se verían forzados a esperar sólo un mes para saber cómo había salido el protagonista de ese disparo, pero Dickens no reveló lo que sucedió con el joven Oliver en el siguiente número sino que los ansiosos lectores tuvieron que esperar dos meses para descubrir si el niño viviría. Esto muestra cómo el deseo de un lector involucrado —de saber qué había sucedido— no coincide con la intención del autor, que era la de extender la intriga.
Otro efecto importante del estilo episódico fue la exposición a las opiniones de sus lectores. Como Dickens no escribía sus capítulos mucho antes de su publicación, podía comprobar la reacción pública y cambiar la historia dependiendo de esas mismas reacciones. Un ejemplo de este proceso puede ser visto en sus entregas semanales de la Vieja tienda de antigüedades, que es la historia de una persecución. En esta novela, Nell y su abuelo huyen del villano, Quilp. El progreso de la novela sigue el gradual éxito de la persecución. Mientras Dickens escribía y publicaba las entregas semanales, su buen amigo John Forster le señalaba a Dickens: «Sabes que tendrás que matarla, ¿verdad?». El porqué de este final, se puede explicar por un breve análisis de la diferencia entre la estructura de una comedia y la de una tragedia. En una comedia, la acción cubre una secuencia «tú crees que ellos van a perder, crees que perderán, ellos vencen». En una tragedia es: «Tú crees que ellos vencerán, crees que vencerán, ellos pierden». Como se ve, la conclusión dramática de la historia está implícita en la novela. Así, cuando Dickens escribió la novela en forma de tragedia, el infortunado desenlace era una conclusión ya sabida. Si él no hubiera deseado que su heroína perdiera, no debió completar la estructura dramática. Dickens admitió que su amigo Forster tenía razón y, en el final, la pequeña Nell fallece. Dickens también admitió que no deseaba matar a Nell, pero era un novelista y tenía que completar la estructura de la novela.
Crítica social
Las novelas de Dickens eran, entre otras cosas, trabajos de crítica social. Él era un fiero crítico de la pobreza y de la estratificación social de la sociedad victoriana. A través de sus trabajos, Dickens mantenía una empatía por el hombre común y un escepticismo por la familia burguesa. La segunda novela de Dickens, Oliver Twist (1839), fue responsable de la limpieza del actual arrabal de Londres que fue la base de la historia La isla de Jacob. Además, con el personaje de una trágica prostituta, Nancy, Dickens «humanizó» a tales mujeres para los lectores, mujeres que eran apreciadas como «desafortunadas», inmorales víctimas inherentes de la economía del sistema victoriano. La casa desolada y La pequeña Dorrit elaboraron extensas críticas hacia el aparato institucional victoriano: los interminables litigios de la corte de la Cancillería que destruyeron las vidas de las personas en La casa desolada y el ataque doble en La pequeña Dorrit con la patente ineficiencia y corrupción de las oficinas y con la irregular especulación de los mercados.Técnicas literarias
A menudo Dickens usaba idealizados personajes y escenas de alto toque sentimental contrastando con sus caricaturas y las terribles verdades sociales que revelaba. La larga escena de la muerte de la pequeña Nell en la Vieja tienda de antigüedades (1841) fue recibida como increíble y conmovedora por los lectores de su época, pero fue vista como ridículamente sentimental por Oscar Wilde. En 1903 Chesterton dijo, acerca del mismo tema, «No es la muerte de la pequeña Nell, sino la vida de la pequeña, lo que objeto».En Oliver Twist, Dickens proporciona a los lectores un idealizado retrato de un joven irrealmente bueno, cuyos valores jamás son subvertidos por brutales orfanatos o forzadas intervenciones en una banda de pequeños carteristas. También sus posteriores novelas se centran en personajes idealizados (como Esther Summerson en Casa desolada y Amy Dorrit en La pequeña Dorrit) este idealismo sirve solo para destacar el fin de Dickens de conmover con su crítica social. La mayoría de sus novelas están relacionadas con el realismo social, enfocándose en mecanismos de control social que dirigen las vidas de las personas (por ejemplo en las redes industriales en Tiempos difíciles y códigos de clase hipócritas y excluyentes en Nuestro amigo mutuo).
Dickens también emplea increíbles coincidencias (por ejemplo, Oliver Twist resulta ser el sobrino perdido de una familia de la alta sociedad que por azar lo rescata de un peligroso grupo de carteristas). Estas coincidencias son comunes en el siglo XVIII — siglo de las novelas picarescas (como Tom Jones de Henry Fielding), que Dickens disfrutaba bastante. Para Dickens esto era un índice de un Cristianismo humanitario que lo llevaba a creer que el bien al final siempre vence, incluso de formas inesperadas. Viendo esto desde un contexto biográfico, la vida de Dickens, contra lo que se esperaba, lo llevó desde una desconsolada niñez forzado a trabajar largas horas en una fábrica de botas a la edad de 12 años (cuando su padre se encontraba en la prisión por deudas) hasta su estatus como el novelista más popular de Inglaterra a la edad de 27 años.
Elementos autobiográficos
Todos los autores incorporan elementos biográficos en sus ficciones, pero con Dickens esto es muy notable, incluso cuando temía ocultar lo que él consideraba su vergonzoso, humilde pasado.David Copperfield es una de las más claras autobiografías, pero las escenas de la Casa desolada de interminables casos de la corte y argumentos legales pudieron venir sólo de un periodista que tuvo que reportarlos. La propia familia de Dickens fue enviada a la prisión por pobreza, un tema común en muchos de sus libros, y la detallada descripción de la vida en la prisión de Marshalea en La pequeña Dorrit es debida a las propias experiencias de Dickens en aquella institución.
La pequeña Nell, en La vieja tienda de curiosidades es un pensamiento que representa a su propia cuñada, el padre de Nicholas Nickleby y Wilkins Micawber son, con seguridad, el propio padre del autor, así como la señora Nickleby y la señora Micawber son similares a su madre.7 La naturaleza esnob de Pip de Grandes esperanzas también tiene cierta afinidad con el mismo autor. Dickens pudo haber dibujado sus experiencia infantiles, pero él estaba también avergonzado de ellas y no revelaría que sus propias narraciones venían de la mugre.
Muy pocos conocían los detalles de su vida hasta después de seis años de muerto, cuando John Forster publicó una biografía en la cual Dickens había colaborado. Un pasado oscuro en tiempos victorianos pudo viciar reputaciones, así como a algunos de sus personajes, y éste era quizá el propio temor de Dickens.
Legado
Charles Dickens era una personalidad muy reconocida y sus novelas fueron muy populares durante su vida. Su primera novela terminada, Los papeles póstumos del Club Pickwick (1837), le otorgó una inmediata fama que continuó durante toda su carrera. Mantuvo una gran calidad en todos sus escritos y aunque raramente se apartaba de su típico método dickensoniano de siempre intentar escribir una gran «historia» en una manera convencional (la doble narración de Casa Desolada es una notable excepción), experimentó con numerosos temas, caracterizaciones y géneros. Algunos de estos experimentos fueron más exitosos que otros y la apreciación pública de sus obras variaron a través del tiempo. Normalmente se alegraba de dar a sus lectores lo que ellos querían y la publicación mensual o semanal de sus trabajos en episodios significaban que el libro podría cambiar mientras la historia ocurría según el gusto del público. Un buen ejemplo de esto son los episodios americanos de Martin Chuzzlewit, los cuales fueron puestos como respuesta de Dickens a más bajo precio de sus primeros capítulos. En Nuestro amigo mutuo la inclusión del personaje de Riaj fue un positivo retrato de un personaje judío, después de la que criticó con Fagin en Oliver Twist.Su popularidad menguó un poco tras su muerte, pero sigue siendo uno de los más conocidos y más leídos de los escritores británicos. Al menos 180 películas y adaptaciones para la televisión basadas en los trabajos de Dickens confirman el mencionado éxito. Muchos de sus trabajos fueron adaptados para el escenario durante su vida y ya en 1913 se realiza una película muda de Los papeles póstumos del Club Pickwick.
Sus personajes fueron, a menudo, tan memorables, que parecía que habían cobrado vida propia. Gamp se volvió una expresión de jerga para una sombrilla por el personaje de la Señora Gamp, y Pickwickian, Pecksniffian y Gradgrind entraron a los diccionarios debido a los retratos que les hizo Dickens, como quijotescos, hipócritas o insensibles. Sam Weller, el irreverente y atolondrado ayuda de Cámara de Los papeles póstumos del Club Pickwick, era una temprana superestrella, tal vez más conocido que su autor al principio. Esto sucede también en su más conocida novela Cuento de Navidad, con nuevas adaptaciones casi todos los días. Es también la más filmada de las historias de Dickens; muchas versiones datan desde los inicios del cine. Este simple cuento moralista con su tema de redención, para muchos, suma todo el verdadero significado de la navidad y eclipsa todas las demás historias; además, muestra figuras arquetípicas (Scrooge, Tiny Tim, los fantasmas de Navidad) de la conciencia occidental. Cuento de Navidad fue escrito por Dickens en un intento de prevenir un desastre financiero como resultado de las bajas ventas de Martin Chuzzlewit. Años después, Dickens compartiría que siempre estuvo «profundamente afectado» al escribir Cuento de Navidad y la novela rejuveneció su carrera como un renombrado autor.
En un tiempo en el que Gran Bretaña era el mayor poder político y económico del mundo, Dickens destacó la vida de los pobres olvidados en el corazón del imperio. A través de su periodismo hizo campaña sobre cuestiones específicas —como la higiene y las workhouses— pero su ficción era probablemente lo más poderoso para cambiar la opinión pública sobre las desigualdades de clase. Seguidamente describió la explotación y represión de los pobres y condenó a las instituciones públicas oficiales que permitían la existencia de tales abusos. Su más estridente acusación sobre estas condiciones está en Tiempos difíciles (1854), su única novela que trata de la clase obrera. En este trabajo, utiliza tanto la virulencia como la sátira para ilustrar cómo este marginado estrato social fue denominado como «Manos» por los empresarios, esto es, que no eran realmente personas, sino sólo apéndices de las máquinas que operaban.
Sus escritos inspiraron a otros, en particular, a periodistas y figuras políticas, para incluir en sus agendas estos problemas de opresión de clase. Por ejemplo, las escenas de prisión en La pequeña Dorrit y Los papeles póstumos del Club Pickwick fueron los primeros instigadores en la destrucción de Marshalsea y Fleet Prison. Así como Carlos Marx dijo, Dickens y otros novelistas de la Inglaterra victoriana «...exhibían al mundo más verdades sociales y políticas que las que eran pronunciadas por políticos profesionales, publicistas y moralistas juntos...». La popularidad excepcional de sus novelas, incluso aquellas con temas de oposición social (Casa desolada, 1853, La pequeña Dorrit, 1857, Nuestro amigo mutuo, 1865) subrayaban no sólo su casi natural habilidad para crear apremiantes historias e inolvidables personajes, sino que también aseguraban que los temas públicos sociales y de justicia que normalmente eran ignorados, fuesen enfrentados.
Su ficción, con continuas descripciones de la vida inglesa del siglo XIX, ha venido a simbolizar con exactitud y anacronismo la sociedad victoriana (1837–1901) como uniformemente «dickensiana», cuando de hecho, sus novelas relatan el periodo que va de 1770 a 1860. En la década siguiente a su muerte, ocurrida en 1870, un más intenso pesimismo filosófico y social se impusieron en la ficción británica, estos temas contrastaban con la fe religiosa que acompañó incluso a la más desoladora de las novelas de Dickens. Posteriores novelistas de la Inglaterra victoriana, como Thomas Hardy y George Grissing fueron influenciados por Dickens, pero sus trabajos exhiben una carencia de creencia religiosa y retrataban personajes inmersos en las fuerzas sociales (principalmente los de la clase baja) que estaban destinados hacia un trágico final más allá de su control.
Los novelistas continúan influenciados por sus libros; por ejemplo, escritores como Anne Rice, Tom Wolfe y John Irving evidencian conexiones directas con Dickens. El humorista James Finn Garner hasta escribió una versión «políticamente correcta» de Un cuento de navidad. De cualquier manera, Dickens se mantiene hoy como un brillante innovador y algunas veces defectuoso novelista cuyas historias y personajes se han convertido no sólo en arquetipos literarios sino también en parte de la imaginación pública.
Obras
Artículo principal: Anexo:Obras de Charles Dickens.
- Papeles póstumos del Club Pickwick (1836–1837)
- Oliver Twist (1837–1839)
- Nicholas Nickleby (1838–1839)
- La tienda de antigüedades (1840–1841)
- Barnaby Rudge (1841)
- A Christmas Carol (1843) (conocida también como Canción de Navidad o Un cuento de Navidad)
- Martin Chuzzlewit (1843–1844)
- Dombey e hijo (1846–1848)
- David Copperfield (1849–1850)
- Casa desolada (1852–1853)
- Tiempos difíciles (1854)
- La pequeña Dorrit (1855–1857)
- Historia de dos ciudades (1859)
- Grandes esperanzas (1860–1861)
- Nuestro común amigo (1864–1865)
- El guardavía (1866)
Referencias
- ↑ Henry James, "Our Mutual Friend", The Nation, 21 de diciembre de 1865-una crítica feroz
- ↑ Stone, Harry. Dickens's Working Notes for His Novels, Chicago, 1987
- ↑ John Forster, The Life of Charles Dickens, Book 1, Chapter 1
- ↑ eNotes.com "Charles Dickens", url accedida el 1 de agosto de 2008.
- ↑ En el verano de 2011 la BBC emitirá una miniserie sobre la novela, cuyo guion y desenlace se ha encargado a la afamada guionista de cine y televisión Gwyneth Hughes, cf. "Un nuevo final para la novela inacabada de Dickens. La BBC adapta 'El misterio de Edwin Drood' a la televisión con un nuevo final del que no ha trascendido nada" (El País, 29-1-2011).
- ↑ Detalles sobre su entierro, su sencilla lápida, y otros poetas y artistas sepultados en el mismo lugar.
- ↑ victorianweb.org - Mary Scott Hogarth, 1820-1837: La amada cuñada de Dickens y su inspiración.
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